En una reciente entrevista con AM740, La Carretera, Vanesa Ruiz, directora del Instituto de Derecho e Inteligencia Artificial del Colegio de Abogados de Neuquén, abordó la problemática de la comercialización de datos biométricos. El caso, que ocurrió en la ciudad de Zapala, expone cómo algunas personas venden sus datos personales más sensibles, como el escaneo del iris, por montos de hasta $20.000, sin considerar los riesgos que ello implica para su seguridad y privacidad.
“Los datos biométricos son mucho más que un simple dato. Se trata de tu identidad digital, un ‘gemelo’ que puede ser usado para acceder a cuentas bancarias, hogares, gimnasios, entre otros. Es algo que te identifica de manera única e irreversible”, explicó Ruiz. También resaltó que la venta de datos biométricos es comparable a vender una parte esencial de uno mismo, y cuestionó si las personas realmente comprenden las implicancias de este tipo de transacciones.
Los datos biométricos incluyen información biológica como huellas dactilares, patrones faciales, árbol de venas e incluso el escaneo del iris, elementos que son utilizados por sistemas tecnológicos avanzados para autenticar la identidad de las personas. Ruiz advirtió que este tipo de datos, una vez capturados, pueden ser almacenados de manera permanente y utilizados con fines desconocidos. “La tecnología avanza exponencialmente, y con ella también los riesgos. Hoy, los datos pueden ser usados para manipular decisiones, cometer delitos o incluso rastrear a una persona en tiempo real”, subrayó.
El problema radica, según Ruiz, en la falta de regulación específica y en los vacíos legales que permiten que estas prácticas prosperen en países como Argentina. Aunque la Ley de Protección de Datos Personales establece sanciones para quienes almacenan y comercializan estos datos sin autorización, aún existen muchos grises legales. Además, mencionó que los términos y condiciones que las personas aceptan al vender sus datos no suelen ser claros ni informados, dejando a los usuarios en una posición de vulnerabilidad frente a empresas internacionales o intermediarios que se lucran con esta información.
Finalmente, Ruiz destacó la importancia de la educación digital para prevenir estas situaciones. “Es fundamental concientizar a la población, especialmente a jóvenes y personas en situación de vulnerabilidad, sobre los peligros de vender sus datos biométricos. No se trata solo de proteger información, sino de garantizar derechos fundamentales como la privacidad y la seguridad personal”.
Neuquén, 24 de enero de 2025.
